La prevención del cáncer, un propósito global
La prevención del cáncer, un propósito global
Recibir la difícil noticia de un diagnóstico de cáncer, una enfermedad que sume al paciente y su familia en un estado de incertidumbre, es angustiante. Lamentablemente, esta es la realidad de más de cuatro millones de personas y sus familias en América Latina y el Caribe. Una cifra que crecerá hasta seis millones para el año 2040, según proyecciones de la Organización Panamericana de la Salud.
Como sociedad podemos trabajar conjuntamente para prevenir la aparición de nuevos casos a través del autocuidado y, simultáneamente, buscando garantizar el acceso oportuno de los pacientes a las terapias oncológicas más avanzadas.
De acuerdo con la Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer (IARC), cerca del 50 por ciento de todos los casos en el mundo son prevenibles si se ponen en práctica tres acciones clave: adoptar hábitos de vida más saludables, vacunarse oportunamente contra la hepatitis B y el virus del papiloma humano (VPH) para prevenir la aparición de cáncer de hígado y de cuello uterino, respectivamente, y realizar chequeos periódicos para detectar riesgos o el cáncer en etapa temprana.
Por eso, desde la Federación Latinoamericana de la Industria Farmacéutica (FIFARMA) estamos comprometidos a trabajar con los actores del sistema de salud regional para potenciar las campañas de prevención del cáncer.
En la colaboración está la clave. Esto quedó demostrado con las vacunas contra el covid-19 que pudieron desarrollarse en tiempo récord gracias a la activa colaboración de gobiernos, comunidad científica y la industria farmacéutica, salvando millones de vidas alrededor del mundo.
Construyendo sobre esta experiencia, en 2023, el G7, el grupo de las economías más desarrolladas del mundo, lanzaron la iniciativa G7 Cáncer. Bajo esta sombrilla, los institutos nacionales de investigación contra el cáncer unirán esfuerzos para fortalecer la cooperación y acelerar el desarrollo de soluciones para el combate más efectivo del cáncer, incluyendo avances en genética y genómica, medicina de precisión oncológica, diagnósticos a través de nuevas técnicas sintéticas de biopsia y el uso de inteligencia artificial.
Además de mejorar en materia de prevención, en América Latina tenemos el reto de facilitar el acceso oportuno a estos tratamientos innovadores.
Nuestro más reciente informe ‘FIFARMA W. A. I. T. Indicator 2023’ analiza la disponibilidad en Latinoamérica de los nuevos medicamentos oncológicos. Identificamos cuánto pasa desde el momento en que son aprobados en Estados Unidos (EE. UU.) y la Unión Europea (UE) hasta que se aprueban y quedan disponibles al público en nuestros países.
Observamos que de las 115 medicinas oncológicas que EE. UU. y la UE aprobaron entre 2014 y 2021, 73 han sido aprobadas en algún país de Latinoamérica y de estas solo 50 tienen disponibilidad amplia.
Encontramos también que tras su aprobación por parte de la agencia regulatoria estadounidense (FDA), los pacientes latinoamericanos deben esperar en promedio entre 2 y 4,7 años para tener acceso a estos mismos tratamientos.
Esta es una brecha que podemos cerrar a través del trabajo articulado entre agencias reguladoras, gobiernos, asociaciones de pacientes, comunidad científica y la industria farmacéutica. Desde FIFARMA seguiremos contribuyendo a que haya un acceso amplio y oportuno a los tratamientos innovadores contra el cáncer en nuestra región.
La erradicación del cáncer debe seguir siendo un propósito de la humanidad, todos podemos contribuir. La prevención es la mejor solución y el acceso equitativo a las terapias es la forma más humana de abordar este desafío global.
YANETH GIHA
Directora ejecutiva de FIFARMA