El arte de preguntar
El arte de preguntar
Por Liliana Parra Santamaría*
*La autora es MA en comunicación estratégica de Johns Hopkins University, directora de
la agencia de comunicaciones y diseño FLUYT, y consultora en gestión de conocimiento
de FIFARMA.
En el capítulo 63 del libro del Tao Te King (el camino), Lao Tse, nos ofrece una reflexión universal para abordar cualquier tarea colosal. En su estilo característico, la simpleza parece disfrazar el verso de juego de palabras, casi una obviedad. Así aconseja el sabio chino:
Acomete la dificultad por su lado más fácil. Ejecuta lo grande comenzando por lo más pequeño. Las cosas más difíciles se hacen siempre abordándolas en lo que es más fácil, y las cosas grandes en lo que es más pequeño.
El poder de esta reflexión se abre solo para aquellos en capacidad de poner de lado sus presunciones, apartarse de las certezas y, por qué no, hasta de sus egos, para volver a preguntar con la curiosidad de un niño. Esta es una aproximación muy constructiva cuando se trata de comprender el desafío y potencial de los datos en el sector salud.
Sabemos que el mundo produce datos de manera exponencial y que recogemos más datos de los que podemos almacenar, procesar o analizar, tanto más ahora en los tiempos de la inteligencia artificial. Pero poco se dice que el sector salud es uno de los más grandes generadores de datos con el potencial de transformar la sociedad.
De acuerdo con la Comisión Europea, casi un tercio de los datos del mundo son producidos por los sistemas de salud 1 . Esto es una promesa para el futuro de la investigación clínica, el desarrollo de nuevas terapias y la innovación en los servicios de salud. Grandes proyectos como el Espacio Europeo de Datos Sanitarios (EHDS), enmarcado en la Estrategia Europea de Datos, conectará los sistemas de salud nacionales, en vastas autopistas de información, con un enfoque en datos abiertos que puede cambiar radicalmente la forma como operan los sistemas en el Viejo Continente.
Sin embargo, la magnitud del esfuerzo necesario para producir, almacenar, analizar, utilizar y muy importantemente, para gobernar y proteger dichos datos, nos devuelve a la reflexión de Lao Tse sobre la forma de iniciar una tarea colosal: abordar la complejidad desde lo que la simplifica. Y para ello, necesitamos dominar el arte de preguntar.
El arte de preguntarle a los datos para que estos puedan hablar, nos conduce a pensar primero en asuntos esenciales como ¿cuál es el problema que queremos resolver?, ¿cuál es nuestro rol en la solución a este problema? ¿cómo podemos aprovechar los datos para contribuir a esta solución? ¿cómo vamos a proteger y gobernar los datos obtenidos? Todas estas preguntas deben estar consideradas, sino resueltas con la mayor claridad, aún antes de empezar a diseñar los instrumentos para recolectar o utilizar datos a escala. Cuando no es así, los problemas de gestión y falta de foco no tardarán en llegar.
La estrategia de gestión de conocimiento de FIFARMA busca, entre otros objetivos, hacer de la Federación un referente en materia de generación de contenido e información pública sobre el sector salud. Nos hemos planteado una visión donde este contenido no sea una capa más del maremagnum de datos, sino priorizar la producción que efectivamente pueda cerrar brechas de conocimiento en la industria y ampliar el potencial de aprendizaje en nuestro ecosistema.
Practicar el arte de preguntar debe ser entonces una práctica habitual y constituirse en un
paradigma para el Observatorio Regional de FIFARMA. Así, empezamos por hacer
explícitas esas preguntas fundacionales con intencionalidad y nos apartamos de la
tentadora y siempre desatinada práctica abordar el asunto de los datos desde el resultado
esperado o el instrumento a utilizar.