La investigación clínica es fundamental para avanzar en el desarrollo de nuevas soluciones diagnósticas, pronósticas, preventivas y terapéuticas que respondan a los desafíos actuales en salud. A través de estudios rigurosos, es posible evaluar el efecto de medicamentos potenciales sobre enfermedades específicas y determinar su relación beneficio-riesgo, información clave para que las autoridades reguladoras puedan autorizar su uso. Además, esta investigación permite analizar la seguridad y efectividad de los tratamientos ya aprobados en contextos reales de atención médica, así como explorar su aplicación en nuevas condiciones clínicas.

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