Revisando las dificultades que la emergencia por la COVID-19 ha puesto, hay algo que ha quedado claro: el mundo debe prepararse para cuando la siguiente pandemia llegue. Hasta el momento, el virus ha matado casi a un millón de personas alrededor del mundo, además de sus efectos devastadores para la economía y en la sociedad.
No hay duda de que esta no será la última crisis por la que pasará el mundo, por eso la Junta de Vigilancia Mundial de la Preparación (GPMB, por sus siglas en inglés) de la Organización Mundial de la Salud (OMS) lanzó el segundo reporte de ‘A World in Disorder’ o en español, Un Mundo Desorganizado.
En este, la Junta explora diferentes medidas que se pueden tomar para que los países no se olviden que existe la posibilidad de sufrir una amenaza grave de salud pública en cualquier momento. Explican, también, que en la actualidad, dada la interconexión que existe en el mundo, “una conmoción que se produzca en cualquier lugar puede convertirse en una catástrofe en todas partes”.
Por eso, a pesar de las enseñanzas que ha dejado la pandemia, es necesario tomar medidas urgentes “ha llegado el momento de actuar” dice el informe, porque “la inacción mata”.
Este lanzamiento es también un llamado de acción a romper el círculo de pánico y la negligencia que ha caracterizado la respuesta al COVID-19. Es un mensaje que va orientado a los líderes en todos los países, pues son ellos los que toman las decisiones en materia de salud pública, pero también a los ciudadanos, ya que sin la colaboración de estos, no se podrá tomar acción para un mejor desenlace.
Estos son los puntos más importantes del informe.
Enseñanzas que deja la COVID-19
➢ El liderazgo político marca la diferencia, pues cuando los líderes actuaron con determinación y utilizando el conocimiento científico, la ciudadanía se vio beneficiada.
➢ Las respuestas en casos de emergencia no se limitan a los gobiernos, también es fundamental que todas las personas se cuiden y adopten las medidas recomendadas para evitar mayor propagación del virus.
➢ Los conocimientos en materia de preparación ante pandemias todavía son insuficientes. Los indicadores nacionales de preparación han servido parcialmente para entender la eficacia de las acciones tomadas.
➢ El dinero invertido durante la pandemia bastaría para realizar inversiones en medidas de preparación durante 500 años.
➢ Es necesario adoptar medidas colectivas de carácter mundial.
Medidas urgentes para los gobiernos
➢ Las autoridades nacionales y los dirigentes de las organizaciones tienen que asegurar la protección social y promover la unidad nacional.
➢ La GPMB sugiere designar a un coordinador nacional de alto nivel que lleve a cabo ejercicios de simulación para poner en marcha una preparación a emergencias.
Medidas urgentes para los ciudadanos
➢ Los ciudadanos deben exigir a sus gobiernos que rindan cuentas por las actividades de preparación ante emergencias sanitarias.
➢ Todas las personas tendrán que comprometerse a buscar y utilizar información verdadera para informar a las personas a su alrededor.
➢ Hay que seguir comportamientos que promueven la salud, adoptar medidas para protejan a las personas más vulnerables y promover esas medidas en las comunidades.
Medidas urgentes para los sistemas de salud
➢ A los jefes de gobierno les corresponde fortalecer los sistemas nacionales de salud porque estos definen, prevén y detectan la aparición de agentes patógenos potencialmente pandémicos.
➢ Los sistemas de salud necesitan una cobertura sanitaria universal y tienen la responsabilidad de salvaguardar a las personas vulnerables sin dejar a nadie atrás.
➢ Es importante apoyar a los investigadores, las instituciones de investigación, las entidades de financiación de la investigación y las organizaciones internacionales.
➢ Hay que apoyar las actividades que promueven la búsqueda de nuevas vacunas, los tratamientos y las pruebas diagnósticas.
Medidas urgentes para la inversión
➢ Mantener la financiación de los mecanismos nacionales de preparación y respuesta ante emergencias sanitarias que han creado para hacer frente a la COVID-19 es labor de los jefes de gobierno.
➢ Las Instituciones Financieras Internacionales tienen que apoyar las actividades de investigación y desarrollo que se lleven a cabo en el plano mundial y que se centren en las emergencias sanitarias.
Medidas urgentes en un plano mundial
➢ Fortalecer las notificaciones tempranas y la divulgación de información detallada.
➢ Las autoridades nacionales, la Organización Mundial de la Salud, las Naciones Unidas y las demás organizaciones internacionales deben crear mecanismos con carácter pronóstico a fin de evaluar las medidas de preparación.
La pandemia del coronavirus ha sido una de las pruebas más grandes de la humanidad y demostró que el mundo no estaba preparado. Por eso, este es un momento para que todos los sectores y los ciudadanos extraigan las enseñanzas de esta crisis y las utilicen desde hoy en adelante. Aunque no se sabe cuándo o dónde sucederá la siguiente pandemia, si se puede saber el cómo actuar frente a esta, y lo que es seguro es que tendrá que ser un trabajo en equipo a escala mundial.
Para ver el reporte puede ingresar aquí.
Fuentes
LIVE: The GPMB #AWorldInDisorder report launch
Pandemic preparedness panel slams collective failure to heed warnings