El 26 de febrero de 2020 los latinoamericanos dejaron de ser espectadores de los efectos del coronavirus y empezaron a vivirlos en carne propia. Desde ese día, se ha expuesto un sistema de salud frágil y poco preparado para una pandemia. A raíz de esto, iniciativas como la telemedicina han cobrado fuerza y se han posicionado como una alternativa a la medicina tradicional.
La telemedicina es para esta pandemia una respuesta ágil, necesaria e innovadora, pero ¿qué se puede hacer con la telemedicina? Las teleconsultas –es decir, las consultas a larga distancia– son solo la punta del iceberg de este nuevo ámbito de la salud. Se puede hacer análisis de un paciente, monitorear remotamente las salas de urgencia u hogares, recordarle a los pacientes cuándo tomar una medicina, enviar material educativo sobre una enfermedad, o incluso se puede implementar una inteligencia artificial que detecte enfermedades.
Entonces, algunas preguntas que surgen son, ¿en América Latina se está usando telemedicina? Si se está usando, ¿para qué se está usando? ¿Ha tenido beneficios en el tratamiento para el coronavirus? Para responder a estas preguntas, lo primero que se debe saber es la situación en la región.
¿Qué está pasando en América Latina?
En la región hay alrededor de 40 mil casos por coronavirus, en una población de 620 millones de habitantes. Actualmente la región tienen el 25% de los hospitales del mundo, sin embargo, estos no son suficientes y están concentrados únicamente en las grandes ciudades, así lo explicó Guillaume Corpart, CEO de Global Health Intelligence (GHI), en un foro virtual hecho el pasado 23 de abril sobre la penetración de la telemedicina en América Latina.
Adicionalmente, Corpart contó que el número promedio de camas por hospital es bajo: 46 camas por hospital, mientras que en Estados Unidos el promedio es de 162 camas por hospital. Por situaciones como esta, los sistemas de salud están bajo presión y estrés a causa de coronavirus.
Según Guillaume Corpart, los casos reales en América Latina son muchos más de los reportados en los números oficiales. Esto se debe a que los gobiernos no estaban preparados para recibir una pandemia, que se refleja en que ningún gobierno a la región compró suficientes pruebas para detectar el virus. Estas se están tomando únicamente en hospitales, pero la realidad es que muchos ciudadanos no tienen acceso a estos, por ende, así estén infectados de COVID-19, no sabrán si están contagiados con el virus. Además, las personas que mueren por fuera de los hospitales tampoco están siendo sometidas a pruebas, “los casos pueden ser de 10 a 20 veces más de los reportados oficialmente”, concluye Corpart.
La telemedicina nos beneficia a todos
Esta herramienta baja los costos del sistema de salud incrementando la cantidad de pacientes que pueden acceder a consultas, mejora la productividad del personal de la salud y entrega mejores resultados clínicos.
En la actualidad, aunque el uso de la telemedicina en Latinoamérica ha sido principalmente en los hospitales públicos, no es todavía una forma común de hacer medicina. Eso sí, hay ejemplos de buenas prácticas y usos, según Gustavo Menéndez, Director de Telemedicina para Cisco, “hacer medicina con tecnología es más barato y más fácil que nunca”.
En cuanto al acceso la telemedicina está permitiendo que los doctores tengan presencia en lugares de difícil acceso (como zonas rurales) o lugares donde no se permite la salida de los pacientes (como las cárceles). Así, los casos sospechosos pueden ser inspeccionados a la distancia y, como la persona no se debe mover, se evitan posibles contagios. Igualmente, pacientes que están en la mitad de un tratamiento no relacionado con el coronavirus, lo han pueden continuar desde sus casas.
Por otro lado, la productividad del personal de la salud se ha incrementado al ser una herramienta que “agrega a la medicina tradicional y no la reemplaza”, explica Cynthia LeRouge, experta en telemedicina. Un ejemplo de esto es que los médicos, a través de la telemedicina, han reducido el contacto físico con los pacientes, que equivale a menos probabilidad de contagio. Gustavo Menéndez, Director de Telemedicina para Cisco, aseguró que la productividad puede mejorar porque aquellos doctores que no están en las salas de urgencia, pueden quitarle peso de encima al estar, a través de la telemedicina, disponibles para otro tipo de consultas.
Por último, la telemedicina genera mejores resultados, principalmente porque la transmisión del virus sucede de una manera más lenta al no tener que desplazarse a un hospital. Además, a través de esta herramienta se pueden encontrar tendencias significativas entre los pacientes, ya que toda la información de todos los hospitales entra a un mismo sistema. Igualmente Cynthia LeRouge, experta en telemedicina, anota que se puede tener medicina mucho más especializada porque el especialista puede estar en muchos lugares a la vez.
Los desastres y las pandemias le ponen desafíos únicos al sistema de salud, y aunque la telemedicina no resolverá todos, está creada para actuar en escenarios complejos. El resultado más claro del virus será volver a la telemedicina un jugador fundamental en la medicina y una parte normal de cualquier consulta post-coronavirus.
Fuentes
5 Reasons Why Telehealth Is Here To Stay (COVID-19 And Beyond)
Telehealth could be a game-changer in the fight against COVID-19. Here’s why
Telemedicine in Latin America: Gauging Its Potential During the COVID-19 Crisis and Beyond
Virtually Perfect? Telemedicine for Covid-19
Publicado el 26 de Mayo de 2020